¿Quieres escribir, pero te encuentras con impedimentos de diferente tipo? Tienes razones muy válidas. ¿Crees que te haces autosabotaje? Querer algo mucho y no hacerlo es autosabotaje, efectivamente. Cuando ocurre te dices algo similar a “no tengo tiempo, no soy capaz, no sé qué hacer, nunca escribiré, no sirvo, no puedo mejorar, esto es muy difícil, no puedo, no sé por dónde empezar, tengo que hacer esto o lo otro, es un tiempo complicado, etc.” Quiero escribir, pero no puedo. Es una historia de amor con aquello que no te permite ser tú mismo.
Me encuentro con tantas situaciones de autosabotaje en escritores noveles, que me he decidido a escribir esta entrega. Es una situación que acostumbra a no presentarse sola, suele estar acompañada de una autocrítica fuerte que no permite avanzar en la escritura e incluso promueve el abandono.
Estos son los aspectos que trataremos a continuación sobre el autosabotaje:
¿Sabes si lo haces? Compruébalo con este test de autosabotaje.
¿Ya sabes qué es el autosabotaje en concreto? Vamos a comprobarlo de dos maneras: empezaremos con un test y luego con ejemplos de autosabotaje. Para este test elige las respuestas que crees que se aplican a ti y apunta tus puntos. Te servirá para tener una idea sobre lo que te está sucediendo y luego podrás tomar medidas concretas.
Marca todas las respuestas que se apliquen a ti y suma todos tus puntos. A = 5 puntos B = 1 punto C = 0 puntos
1. Quiero escribir pero...
a. No me siento capaz de ponerme a escribir, no tengo ideas
b. Creo que si lo hago junto a otra persona, podré
c. Aunque no estoy seguro, escribo y creo que seré capaz de afrontar lo que surja
2. Lo de escribir es algo pendiente
a. Voy retrasando el momento de escribir y no sé exactamente porqué.
b. Me lleva bastante tiempo ponerme, pero al final escribo un poco.
c. Trato de hacerlo cuanto antes, para poder seguir con el resto de cosas.
3. Es que nunca antes me he puesto a escribir una novela
a. Me da miedo, no sabré hacerlo.
b. Intento empezar y lo voy haciendo, pero estoy bastante seguro de que no lo conseguiré.
c. Voy a hacerlo porque es un reto interesante.
4. Si alguien me felicita por algo que he escrito
a. Pienso que lo hace por quedar bien, por educación, porque tiene algún interés concreto o por simpatía, no es para tanto.
b. No estoy muy seguro de merecerlo, no soy nada del otro mundo.
c. Me gusta sentirme reconocido, que se reconozca lo que hago.
5. Es que no sé escribir...
a. Total, ¿para qué? No soy bueno en esto y ya hay muchos escritores muy buenos.
b. Lo hago, pero solo es un hobby, un pasatiempo y ya está.
c. Voy a hacerlo mejor que pueda, estudiaré y le dedicaré toda mi energía.
6. Hay escritores que lo hacen muy, muy bien
a. Yo jamás alcanzaré a ese nivel.
b. Bueno, yo también a veces escribo textos que están bien.
c. Quiero hacerlo bien, yo también tengo ciertas cualidades.
7. Cuando escribo algo y me sale bien ...
a. Es de pura casualidad… Se nota que no sé escribir una novela
b. Bueno, lo he hecho bien, pero también ha sido suerte.
c. Estoy contento porque lo he trabajado mucho.
8. Como escritor soy...
a. Soy muy del montón, no destaco y no lo hago especialmente bien.
b. Ni mal ni bien, nada del otro mundo.
c. Tengo mucho que aprender, pero cada día lo hago mejor.
Antes de los resultados, permíteme que incluya aquí la promoción de uno de mis cursos y que tiene que ver con todo esto. Es importante para mí. Y es gracias a todo esto que puedo ofrecer todo el contenido gratuito.
Escritura terapéutica: escribir con emoción desde un abrazo interno que lo abarca todo, lo más humano de cada uno. Contarte de otra manera para abrazar a cada lector.
Para más información, clica AQUí
¡Continuamos!
Resultados. ¿Qué nivel de autosabotaje tienes?
Es muy simple. Cuanto mayor sea la suma de puntos, mayor es tu autosabotaje. Todo esto está muy unido al aprendizaje, a tu formación, no ha aparecido de la nada. Y por eso mismo se puede revertir, no es solamente una cuestión de actitud, es algo más complejo. El autosabotaje está muy unido al perfeccionismo, al miedo al fracaso y al cambio y a no tener metas propias o a sentir que no puedes tener metas propias que conseguir. Todo esto se puede aprender, incluso el cambio. Requiere trabajo, dedicación. ¿Cuántos años llevas sufriendo con el autosabotaje para la novela que sueñas con escribir? Ya lo ves, eso no desaparece de un plumazo. Evitar autosabotearte es posible, con dedicación y amor por tu sueño, puedes revertir la situación.
Ejemplos de autosabotaje, ¿qué pasa cuando entramos en esa espiral?
Es una situación que solo nos hace dar vueltas sin encontrar salidas. El autosabotaje implica quedarse por el camino o ni tan siquiera empezar. Queremos escribir, pero no lo hacemos. La página en blanco nos detiene. Tenemos mil dudas que te paralizan. Tenemos metas que no podemos conseguir. Siempre hay una razón y siempre es una buena excusa que parece imponderable. Dejamos novelas a medio empezar. Es precisamente una espiral que parece conducir siempre al mismo punto de salida.
La lógica le funciona muy bien a los escritores porque suelen darle muchas vueltas a las cosas, lo cual es fantástico para escribir bien, por cierto, pero también facilita la digestión de las trampas que puedes ponerte y así echar a andar el autosabotaje a buen paso. Queremos practicar una técnica narrativa y nos complicamos innecesariamente. Lo que es simple se nos vuelve complejo. Queremos hacer algo, pero no llegamos a un resultado concreto. O tenemos que escribir una página o un capítulo o una escena, por ejemplo, vemos todas las posibilidades y más aún, todo se hace un ovillo lleno de nudos y acabamos por agotarnos. No podemos abarcarlo ni acabarlo, se nos complica todo.
Lo verdaderamente pernicioso del autosabotaje empieza cuando nos culpamos o cuando estamos tentado a abandonarlo todo. Lo primero que necesitamos saber es que es una actitud muy humana. Es bueno recordar que es realmente necesario ser amables con nosotros mismos mientras nos detenemos a observarnos. Trata bien al escritor que hay dentro de ti. Mima a tu escritor. Es tu mejor amigo, cuídalo. Y no cambies la meta, cambia los pasos para llegar hasta ella.
¿Cómo opera el autosabotaje?
Nos decimos que queremos cambiar un patrón determinado o crear un nuevo hábito: escribir más, comer mejor, hacer más ejercicio, cumplir con los compromisos que queremos mantener con nosotros mismos. Pero luego, un disparador interno o externo puede conducirnos a descuidarnos, a comer mal, dar con razones para no empezar a hacer lo que queremos hacer por múltiples razones. Y en el mejor de los casos, nos preguntamos porqué nos está pasando esto, porqué seguimos haciendo esto, qué está mal en nosotros. Dar con las repuestas es realmente difícil y más cuando creemos que se trata solamente de una cuestión de actitud.
El autosabotaje casi siempre se ejecuta en la mente subconsciente. Responde a una parte interna que necesita algún tipo de protección. Por lo que sea, has aprendido que escribir o ser creativo es algo que no puedes hacer, o que no tienes derecho a estar feliz, bien, el cambio es peligroso, tienes que ser perfecto o nada, etc. Las situaciones son muy diversas y están grabadas en el inconsciente. Hay también un miedo inconsciente al cambio. Y cuando te pones a escribir, tu mente te ayudará a no hacerlo, obviamente. Los cambios amenazan tu sentido de seguridad. Hay algo que quieres de verdad y de corazón, pero hay una parte de ti que te está saboteando porque salta una alarma interna e intenta protegerte. Lo que sucede es que eso ya no te sirve, pero apagar el sistema de alarma no es tan simple como crees. Te cansas y crees que hay algo que no funciona dentro de ti. No, solo se trata de aprender nuevos patrones. Hoy, gracias a la neurología, sabemos que eso es perfectamente posible.
El autosabotaje es más normal de lo que creemos
No, no eres ni demasiado raro ni un caso perdido. Quién más, quién menos, todos nos autosaboteamos en algún momento de nuestras vidas. Bienvenidos al mundo del género humano. Ojo, no se trata de algo consciente, insisto, y pretendo que quede muy claro. Así que acalla a tu crítico interno que te culpa porque no tiene razón, nada de razón. Y si le pasa a alguien que conoces, no te abraces a tu crítico externo que juzga a los demás empujándoles a hacer lo que no puede hacer, no tiene lugar ni razón de ser, no lograrás nada. El autosabotaje no se resuelve cambiando la actitud solamente.
Claves para superar el autosabotaje
Nuestra mente nos está diciendo una cosa, pero hay una parte nuestra que siente que no puede controlar las acciones y nos chocamos con la frustración. Una vez más te has negado algo que realmente te hacía ilusión. Luego la culpa y la vergüenza entran en escena y todo este círculo vicioso continúa y continúa. Acabamos por no mantener un compromiso con nosotros mismos.
Y entonces, ¿se puede hacer algo? No es una cuestión ligada a un punto de vista ni a la actitud porque se trata de patrones inconscientes. Obviamente nadie se levanta por la mañana preguntándose cómo se hará autosabotaje en lo que más le gusta durante el día y se da una palmadita en el hombro felicitándose por conseguirlo. Por suerte, en la actualidad contamos con maneras que nos ayudan a cambiar de patrones. Y una de las herramientas más fáciles de usar, aplicar y que está al alcance de cualquier persona es lo vinculado con la neuroplasticidad.
¿Y qué es la neuroplasticidad? Lo explicaré de manera muy simplificada. El cerebro no es algo rígido. Podemos modificar ideas y patrones de comportamiento. El cerebro se moldea a lo largo de toda la vida. Las neuronas y sus redes cambian sus conexiones y sus funciones. Pueden ajustarse y así podemos cambiar la forma en que respondemos. Es como si tuviéramos al alcance de la mano herramientas para cambiar a mejor. Todo cambio estimula la neuroplasticidad. En la actualidad hay varias técnicas: el neurofeedback, EFT, autoregulación, Somatic, self-havening, EMDR.
Cómo evitar el autosabotaje del escritor
Una de las formas en que podemos poner en marcha estos cambios es modificando la narrativa que aplicamos a una cuestión en concreto.
Señalar todo lo anterior está muy bien. Puede que estés de acuerdo con lo que afirmo, incluso. O no. Vamos a comprobar cómo te sientes y la mejor manera es con una exposición en primera persona, porque es más directa. Y sí, a partir de un texto en el que habla un personaje que sufre autosabotaje. Si algo te resuena, márcalo o apúntatelo. Ver lo que sucede es el primer paso para tomar otras medidas. Lee el siguiente texto para orientarte.
A pesar de que tengo patrones de sabotearme a mí mismo, estoy abierto a cambiar este patrón y hacer un cambio en mi vida, aunque pueda pensar que no valgo la pena como para crear el éxito para mí, me acepto a mí mismo y de donde sea que venga. Aunque me resulta muy difícil cumplir con los compromisos que me hago a mí mismo, me acepto de todos modos y elijo sanarme ahora aunque estoy frustrado conmigo mismo. Elijo sanarme ahora aunque estoy frustrado conmigo mismo. Estoy cansado de estos patrones. Estoy dispuesto a tomar los pasos necesarios para hacer un cambio para siempre y seguir adelante. Tiendo a sabotearme a mí mismo. Quiero hacer algo de corazón o digo que haré una cosa y luego me olvido o decido intencionalmente no hacerlo o busco muy buenas excusas para no hacerlo. Ni siquiera puedo explicar porqué. Y luego me castigo por hacer esto. Luego, toda esta impotencia, toda la tristeza, toda la culpa y la vergüenza se juntan y se detiene mi propio camino. A veces culpo a los demás porque no estoy salgo adelante. No importa lo que haga, las cosas pueden funcionar para mí. No es justo. Siento que no tengo control sobre esto. Siento que estoy condenado al fracaso. Estoy enfadado conmigo mismo. Siento que nunca saldré adelante. Sigo entorpeciendo mi propio camino.
Puede que nunca sea capaz de hacer lo que quiero, es solo una decepción tras otra Sigo intentándolo y luego, cometo errores y fallo. No sé por qué sigo haciendo esto. Estoy molesto conmigo mismo. también estoy molesto con los demás, especialmente cuando siento que alguien más me está saboteando, pero sobre todo me culpo a mí mismo. Quiero escribir una novela, pero encuentro excusas para no ponerme; cuando me sale mal, abandono; cuando me pongo, llego a atascos y solo quiero dejarlo todo. Todo aquello que dije que haría o no haría se reduce a nada. Puede incluso tratarse de que me vaya bien en el trabajo y luego hago algo para estropearlo y acabo por rendirme, ¿de qué me sirve? Seguiré decepcionándome una y otra vez. Estoy atrapado en estos sentimientos de impotencia y, francamente, me estoy cansando de mí mismo.
Ya hemos transitado el primero paso. Avancemos un poco más. La manera de hablarse cuando ya reconoces lo que está sucediendo, cambia y es progresiva. Te vas abriendo a otra forma de expresarte y eso es lo que denota un giro significativo. Nuestro personaje entiende el autosabotaje de otra manera. Veámoslo a continuación.
Creo que podría ser el momento de cambiar mis pensamientos e identificar los patrones que siguen apareciendo. Es hora de liberar estas creencias que crean este dolor una y otra vez y que no merezco. Me merezco que me vaya bien en la vida, también merezco escribir la novela que quiero escribir. Así mismo merezco tener éxito en las relaciones. Me he hecho mi vida más difícil de lo necesario, me perdono por el patrón de sabotaje y perdono a los demás por los roles que han desempeñado si siento que me sabotean. Me perdono a mí mismo por creer que no merezco algo mejor. Estoy abierto a creer que merezco todo lo que quiero en mi vida. Me perdono por elegir sentirme mal en mi mente y en mi cuerpo e incluso en mi vida. Merezco sentirme bien. Y estoy haciéndolo de la mejor manera que puedo y que sé. Me comprometo a hacerlo mejor. Me doy permiso para hacerlo mejor. Me hago cargo de mi vida, me lo merezco y me comprometo a hacerlo.
Estoy feliz de aceptar el cambio. Estoy abierto a hacer cambios. Estoy sintiendo algo de compasión por mí mismo mientras hago estos cambios porque ahora tengo el poder de cambiar mi vida y soy responsable de mi felicidad. Estoy viviendo mi vida plenamente Es hora de que me presente por mí mismo. Estoy listo para liberar los patrones que ya no me sirven ya que dificultan estos nuevos compromisos conmigo mismo. Siento compasión por los errores que cometí en el pasado. Hoy es un nuevo día. Es hora de avanzar de una vez por todas. Estoy respirando el cambio y la motivación para seguir adelante. Me abrazo en paz. Sé que merezco ser la mejor versión de mi mismo. Puedo presentarme por mi mismo porque yo soy mi apoyo. Me comprometo conmigo mismo. Tengo el poder para cambiar mi vida, palabra a palabra y paso a paso. Ahora es el mejor momento para perdonarme por las cosas que han sucedido en el pasado y seguir adelante.
Cómo acabar con el autosabotaje
Acabas de observar las dos caras de la moneda del autosabotaje con sus grises y dudas. Si quieres “hablarte” de otra manera, hay una forma de lograrlo. Y es gracias a la neuroplasticidad. Se ha comprobado que una patrón cumple un ciclo de 21 días. Ahora es justamente cuando empieza el trabajo que puedes hacer. Copia las dos partes del argumento del personaje que sufre autosabotaje. Copia todo esto a mano. Incluso puedes personalizarlo según lo que te dices. No, no puede ser en el ordenador. ¿Por qué? Es debido a las conexiones neuronales que es necesario modificar, para lo cual es absolutamente necesario el contacto físico con las palabras que se van escribiendo. Modificar las sinapsis neuronales es una de las varias maneras de modificar ciertos comportamientos. No es un proceso instantáneo, requiere dedicación. Hazlo durante 21 días. Sí, tal cual. Y si por el camino te vuelves a hacer autosabotaje, simplemente vuelve a comenzar.
Hay más recursos muy conocidos que mencionara en los párrafos anteriores como EFT, EMDR o la hipnosis. Busca la información que necesitas y empieza a tomar el autosabotaje por sus cuernos hasta cabalgar libre a su lado. Si vuelve a atacar, ya tienes varias maneras para no sucumbir al autosabotaje. Nunca más.
Permíteme que te presente mi curso de novela. Es importante para mí:
Clicando aquí mismo te encontrarás el programa, sus objetivos, qué lograrás y cómo alcanzaremos tus objetivos, tal como lo cuentan Luisa y María. Hay más testimonios: aquí y aquí.
Comments