Conoce cada una de estas 21 claves al detalle. Evita errores innecesarios para publicar tu libro. ¿No sabes porqué no te contestan las editoriales y agencias literarias a las que contactas? Te están diciendo que no aceptan tu manuscrito. Hay muchas razones por las que se rechazan los manuscritos que llegan a editoriales y agencias literarias. Si conoces las claves de los rechazos editoriales, tienes una visión bastante clara sobre cómo publicar un libro. Creo que lo primero es poder analizar el porqué y luego podrás remediarlo. En la escritura no se avanza a ciegas.
Si tienes un buen manuscrito y llegas en el momento justo y a la persona adecuada, estás de suerte. ¿Pero sabías que es una suerte que puedes controlar? El proceso editorial para publicar es complejo. No difiere de otras tantas circunstancias personales de la vida desde encontrar trabajo a dar con un piso o la pareja, un buen profesor, etc. Capacidad y suerte, buena disposición y ganas de aprender hacen mucho, sin lugar a dudas. A diferencia de estos casos, tú como autor puedes elevar tu suerte para publicar. ¿Cómo? Basta que escribas bien. Tan simple y tan difícil como eso. Te remito a lo que afirmó Vargas Llosa en su discurso de aceptación del Nobel de Literatura en 2010:
Normalmente sabes que tu manuscrito no ha sido aceptado porque ha pasado el tiempo y no te han contestado. Las editoriales y las agencias literarias muestran en sus webs las condiciones para saberlo. A ello hay que unir que hay periodos en los que se reciben manuscritos y otros, que no. Y la ansiedad de los autores aumenta y les juega muchas malas pasadas.
Si de verdad quieres publicar, tienes que hacer mucho más que escribir a gusto sin más. El proceso de publicar no es algo que puedas controlar, pero sí necesitas informarte y formarte bien. No te ocupes de los imponderables, entrégate a aquello que te pertenece y que sí puedes controlar. Lo único que está en tu poder es escribir muy bien, es la única forma de convencer a una editorial o un agente. No se trata de redes ni enchufes. Tampoco de llamar a todas las puertas.
¿De qué se trata entonces? ¿Cómo publicar un libro y eludir el rechazo editorial? Se trata de llegar al público de una editorial con una historia que entretiene, abraza y hace olvidar el tiempo y los problemas o permite comprender la vida mejor. Si escribes muy bien, emocionas y puedes tocar al público de una editorial, si planteas temas actuales, una visión novedosa y la historia atrapa, más de una te buscará y el manuscrito podrá, incluso, entrar en subasta. Esta entrada de blog se complementa con el descargable gratuito 03 ¿Qué esperan las editoriales de un manuscrito?
Vamos a analizar detenidamente cada uno de los factores más importantes que determinan este camino de selección de manuscritos.
Tu libro se rechaza porque lo has enviado a la editorial o agencia equivocada
El manuscrito no se publica porque no cabe en la editorial o en la agencia
Para publicar un libro hace falta que el género esté definido
La editorial rechaza tu manuscrito porque la historia se cae
La agencia o la editorial no se interesa porque la historia es correcta
El comienzo no está definido y el rechazo editorial se define
La premisa inicial es floja y no atrae ni a lectores ni editores ni agentes
El desarrollo no es atractivo y no interesa publicar el libro
Los personajes son planos, es imposible publicar la historia
No hay un arco dramático, no hay forma de publicar ese libro
La intriga no se sostiene, aburre y el rechazo es importante
Los diálogos fallan, se nota que no sabes escribir y no quieren publicarte
Las editoriales rechazan tu libro porque el escenario no está bien tratado
Las editoriales y los agentes rechazan libros cuando el estilo no es visual
A las editoriales no les interesa publicar cuando el estilo es confuso
El tono y el ritmo son planos son motivos claros para no publicar un libro y rechazarlo
No facilita evocaciones ni identificaciones y por lo tanto no interesa publicarlo para nada
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1. Lo has enviado a la editorial equivocada
Si quieres saber cómo publicar un libro y cuál es la clave inicial que arranca todo el proceso en editoriales y agencias, esto es lo que necesitas considerar. El rechazo editorial puede deberse a que el manuscrito pertenece a un determinado género o estilo que no se trata en ese sello editorial o agencia. Lo primero que necesitas saber es si escribes para un público generalista o culto o una mezcla de los dos. Si escribes en un registro culto y mandas tu manuscrito a un editorial generalista, no te lo aceptan. Te lo muestro con un pequeño ejemplo a continuación. Si escribes un thriller de una manera cercana o similar a Gómez Jurado, tus opciones son generalistas en editoriales como Planeta, Espasa, Ediciones B, Suma de letras y Plaza. Si lo haces como Víctor del Árbol, estás entre los dos, entonces tus editoriales son Alfaguara, Destino, por ejemplo. Y lo haces como Marta Sanz, es registro culto y entonces tus editoriales son Anagrama y Lumen.
Esto tiene una solución y es bastante rápida: fíjate a qué libros se parece lo que has escrito. A lo mejor es una mezcla de dos, pero no más. Luego busca a las editoriales de esos libros y otros que se le acercan porque tratan los mismos temas de forma similar. Entonces tú te diriges al mismo tipo de público y al mismo tipo de editorial. Antes de enviar tu manuscrito a agencias y editoriales, lo primero es que te fijes bien en qué autores tienen, qué libros trabajan.
2. No cabe en la editorial o en la agencia
Porque se parece demasiado a otra novela publicada recientemente, porque presenta al mismo protagonista y conflicto de otra novela de la editorial, porque no se dirige a su público, porque es un tema que no tratan, porque la voz narradora no aporta nada nuevo, porque el estilo se aleja del de sus autores, porque la editorial no se ocupa de la época en que se desarrolla la novela, porque es demasiado corta o demasiado larga para el tipo de libro que suele publicar esa editorial. También puede ser que no se dediquen a los temas que planteas o al género. Esto tiene fácil solución, basta con que te informes bien antes de enviar tu manuscrito. Para publicar un libro y escapar el rechazo editorial necesitas estar bien informado.
3.El género no está definido
Es otro de los puntos importantes de cómo publicar un libro. Cada género propone una forma de recorrer una trama. Si el cauce principal no muestra de forma clara el género, entonces no hay dónde ubicar esa historia. Por ejemplo, si escribes romántica y le manuscrito empieza con una historia de amor, luego se convierte en una mujer que se empodera y acaba con una historia de aprendizaje de la vida, eso es un lío tremendo. Ahora bien, puede ser una historia de amor en el cauce principal, con un subcauce de una mujer que se empodera y una trama de fondo con un aprendizaje. Pero no todo a la vez. Cada cauce ocupa un nivel y el nivel más largo, más importante sería el del amor, con lo cual, pertenece a romántica. En la narrativa todo ha de estar muy ordenado y claro cuando lo escribes para que los lectores no se pierdan. Así evitas el rechazo editorial.
4.La historia se cae
¿Cómo publicar un libro? Básicamente, pues, prestando atención a la estructura y cuidándola. La historia se cae cuando hay demasiadas grietas en la trama, la estructura está mal trazada y desequilibrada de tal manera que no sostiene la historia. En estos casos los autores suelen ocuparse demasiado de los detalles y se olvidan de la visión global. Puede que, por ejemplo, el comienzo sea demasiado largo y devore al desarrollo o el final es muy abrupto. Una buena estructura posibilita que una novela no se venga abajo y sus partes estén en un delicado equilibrio muy fuerte.
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5. La historia es correcta
Lo correcto no siempre es bueno. El rechazo acecha de nuevo cuando un libro no acaba de llamar la atención porque no ofrece una voz narradora diferente o presenta un tema desde un ángulo que ya está muy visto y se parece a muchas otras novelas publicadas sin aportar algo nuevo o el tema se ha agotado. La frescura es fundamental y puede que sea una novela con una estructura bastante decente, pero no acaba de emocionar ni atrapar. Una novela tiene que secuestrar a sus lectores y hacerles olvidar la realidad, no solo contar una historia de una manera muy vista como una eterna repetición de lo mismo.
6. El comienzo no está definido
Sin comienzo firme no hay cómo publicar un libro. .Si la puerta no nos muestra una aventura clara, nadie quiere entrar. Se rechaza y no se publica. Se trata de comienzos que se alargan, que no acaban de presentar la premisa inicial, todo se alarga, no es preciso y claro. A veces sucede en manuscritos que cuentan toda la historia del protagonista en lugar de ponerlo en acción. O faltan parámetros básicos como conocer los personajes principales, el conflicto no es claro o está desmayado. Son comienzos en los que se espera que empiece la historia. Se mezclan elementos narrativos de diferentes valores. Los lectores no logran saber qué está prometiendo el autor. No se muestran las cartas del juego. Esto es debido a que no ha habido un trazado claro de la trama. El comienzo determina que un lector tenga ganas de leer ese libro y es el principio fundamental del interés de un editor.
7. La premisa inicial es floja
¿Cómo publicar un libro? Seduciendo con una gran promesa. Cuando no hay nada decisivo ni de una importancia tal que pone a los lectores en estado de alerta, el rechazo es inmediato. Cuando sometes al protagonista a una situación muy común de la vida sin más. Por ejemplo, tu protagonista puede tener algún problema en el trabajo, pero eso no implica un cambio en su vida. O también en muchos manuscritos se recurre a un accidente o la UCI, pero luego no sucede nada más, el protagonista se pone mejor, todos estaban tristes y todo vuelve a la vida normal. Un protagonista puede perder una aguja, pero si esa aguja era esencial para coser un vestido para un premio y era la aguja que le daba suerte, entonces sí que este protagonista pierde una gran oportunidad y todo lo que desencadene. No se trata de grandes hechos sino de situaciones que conducen al protagonista a un cambio de vida. Esto sucede porque el autor no se puesto a reflexionar sobre las posibilidades de su idea inicial con tiempo y porque no se ha planteado una trama seria, los dos son factores claves para publicar.
8. El desarrollo no es atractivo
El rechazo se basa en que el protagonista no vive pruebas con los que va conociéndose, superándose y dándose cuenta de su sentido en la vida. Los subcauces están mal colocados y se extralimitan o quedan demasiado cortos, no apoyan al cauce principal con lo que se lo devoran o apenas tienen relación. La trama se cae, no está trazada y el autor ha escrito según le parecía, ha corregido un poco, quizás, pero no le ha dedicado tiempo a la estructura ni a reflexionar. Escribir bien depende de tomar buenas decisiones, las cuales no siempre son fáciles de alcanzar. Pero son la clave sobre cómo publicar un libro porque se convierte en irrechazable.
9. El final está desmayado
No se publica porque la historia no resuelve la premisa inicial, no cierra los cauces, deja puertas abiertas sin más, no muestra las consecuencias de cuanto ha ocurrido sobre el protagonista, sus secundarios y el mundo en el que viven. Al final el mundo narrado tiene que haber cambiado y la promesa que el autor nos ha hecho se tiene que haber cumplido. Por ejemplo, si en el comienzo nos ha presentado a un protagonista que ha perdido la casa familiar y acaba en la calle, al final tiene que construirse su propia casa y crear una familia, todo lo cual influencia a quienes le conocen de alguna manera y el mundo tiene más esperanza. La premisa inicial tiene unos interrogantes que se han de resolver o sí o sí y se ha de mostrar las consecuencias de esa solución. Si quieres evitar el rechazo editorial, una de las claves es un final que sorprende, lleva a los lectores más allá de cuánto suponían. Esto ocurre porque el autor no se ha ocupado de la estructura ni de los personajes a fondo. Una vez más, la forma de dar un feliz feliz a la pregunta "¿cómo publicar un libro?" depende de la estructura, no lo olvides.
10. Los personajes son planos
La novela es personajes y es su clave fundamental. La mejor clave para publicar es considerar a los personajes como cruciales. Si no tienen matices, no parecen humanos, son demasiado buenos o demasiado malos de forma constante, resultan cargados de lugares comunes y no parecen humanos, el rechazo es absoluto. Se trata en este caso de los típicos personajes de una ficha y no de una trabajo profundo para conocerlos antes de ponerse a escribir. No se presentan de forma clara, no evolucionan o lo hacen de repente, a golpes. Las relaciones entre ellos no aportan algo diferente a la historia. Esto ocurre, y resulta muy claro, porque el autor no conoce a sus personajes a fondo o porque solo muestra una pequeña parte de ellos. Le sucede mucho a los autores que creen que sus personajes ha de ser buenos para caer bien a los lectores.
11. No hay un arco dramático
Esta clave del rechazo editorial está muy unida al punto anterior. Si quieres publicar un libro tienes que considerar que no puede darse para nada que el protagonista empieza la novela bien y acaba casi igual de bien o al revés, empieza mal y acaba igual de mal o bastante similar. Imagina un thriller en el que el protagonista busca al asesino lleno de rabia e impotencia. Sigue con rabia y acaba con la misma rabia, posiblemente el asesino se le escape. Las emociones no han florecido de manera orgánica porque desde la rabia inicial puede y debe alcanzar algo, un estado mucho mejor o mucho peor. En algunos manuscritos esta evolución está forzada con cambios repentinos poco coherentes. Esto se debe a la falta de un trazado claro de la estructura. Y es uno de los errores más comunes en los manuscritos que se rechazan en editoriales.
12. La intriga no se sostiene
O bien no es creíble porque está muy forzada o bien la historia da vueltas sin ton ni son. Puede que haya muchos giros que sorprenden, pero no están engarzados con el resto de la novela y parece que no tengan mucho sentido porque el autor se ocupa de asombrar a los lectores y no de emocionarlos. También es posible que sea muy superficial o que se caiga en demasiados lugares comunes. La intriga depende mucho de la estructura en general, si no te ocupas de cada pieza narrativa, no encajan y el edificio se cae por su propio peso. O puede simplemente que sea aburrido, es decir: no entretiene, no aporta nada o te esfuerzas tanto en dar una visión político social y culta que acaba siendo muy forzada. Cuando el mensaje importa más que los personajes, resulta aburrido y es un camino directo a que no se publique ese libro.
13. Los diálogos fallan
Si hay diálogos que no acaban de aportar un contenido esencial, no sirven. Hay muchos manuscritos en los que los personajes se saludan, se dan las gracias o se preocupan sin más. En demasiadas ocasiones contienen muchas acotaciones que rompen el diálogo y no permiten que los personajes se luzcan y que sean fáciles de leer. Los diálogos muestran a los personajes, han de ser muy naturales y a la vez aportar un contenido que si se borra afecta a todo el capítulo y la historia dejándola coja. Esto suele suceder a causa de que no se maneja el lenguaje bien y la capacidad de expresión a través del lenguaje es limitada. No es algo que se solucione con una corrección ortotipográfica, para nada. Se soluciona leyendo mucho a autores excelentes que escriben en el mismo idioma en el que quieres escribir y trabajando con el lenguaje y estudiando narrativa. Este es otro de los puntos importantes sobre cómo publicar un libro y evitar el rechazo.
14. El escenario no está bien tratado
Todas las historias ocurren en algún lugar y en algún momento y en un ambiente en concreto. No es lo mismo enamorarse en la luna que en Pekín, ni tampoco una muerte en verano que en navidad. Una historia que ocurre en Qatar en pleno campeonato del mundo de fútbol es muy diferente de una que transcurre durante un torneo de verano de voleibol en la playa. A las editoriales llegan muchos manuscritos con historias que transcurren en un vacío espacio temporal y eso no es narrativa. No basta con mencionarlo al comienzo del capítulo. Tampoco vale lo contrario, ir cambiando de lugar y momento en cada capítulo, eso es marear a los lectores y no interesa. Todo esto se soluciona trazando una buena estructura donde cada pieza tiene un sentido. Una vez más salta la estructura de manera determinante si estás buscando cómo publicar un libro.
15. El estilo no es visual
Si el estilo es visual, no hay forma de rechazar el libro. Pero la pobreza de lenguaje conduce a que el autor no sea capaz de expresarse y no logra mostrar sino que informa mucho, describe o comenta en lugar de mostrar lo que sucede. El autor no juega con imágenes, analogías, sensaciones. Su conocimiento del lenguaje es limitado. Una vez más: no es algo que se solucione con una correción ortotipográfica, en absoluto. Se soluciona leyendo mucho a autores excelentes que escriben en el mismo idioma en el que quieres escribir y trabajando con el lenguaje y estudiando narrativa. Puede que sea muy descriptivo o muy informativo, lo cual tampoco interesa porque no muestra y todo es contar, con lo que los lectores no pueden vivir la experiencia de los personajes. Vivir cada momento de la experiencia lectora es determinante y comprenderlo te posibilita a recorrer un camino directo hacias als respuestas sobre cómo publicar un libro y escapar el rechazo editorial.
16. El estilo es confuso
Hay demasiados lenguajes diferentes. Por ejemplo, en un mismo capítulo que empieza narrando, luego hay una carta o un sueño o un trozo de una noticia de un periódico que toma el protagonismo y anula la narrativa anterior. Cada una de estas maneras de presentar un texto representa un estilo diferente y la mezcla implica tirar en diferentes direcciones. Es otra consecuencia de la falta de conocimiento del lenguaje para expresarse y también de la estructura. Como puedes comprobar, hay muchos factores que influyen en publicar un libro. El estilo define cómo lograrlo.
17. Narradores sin sentido
Cuando hay cambios de varios narradores o bien en un mismo capítulo o en la trama. Por ejmplo, empieza en primera persona, luego pasa a la tercera y luego cambia una vez más a otro narrador diferente. Si hay más de dos narradores, peligro. El narrador da voz a un ángulo desde el que se mira la historia, si hay demasiados ángulos, es un mareo. Si cada parte de una novela está narrada por un personaje diferente que trata de un asunto también diferente sin relación con el conflicto principal. Esto sucede porque no se ha trazado bien la estructura. ¿Cómo publicar un libro? Está más que claro: cuidando la estructura. Así evitas el rechazo editorial.
18. Lenguaje pobre
Hoy en día, lamentablemente, es uno de los problemas más acuciantes. No se trata de corrección sino de capacidad de expresión. No es solo frases con montones de adjetivos o frases muy largas que se enroscan sobre sí mismas o que parecen escritas por un autor que escribe en inglés, con estructuras de frases muy diferentes. Se trata de que las frases no resultan evocadoras, no nos conducen a emociones precisas y no nos transmiten emociones. Si no sabes decir lo que sientes, tampoco sabrás escribirlo. Una vez más: tiene solución y se alcanza leyendo mucho a autores excelentes que escriben en el mismo idioma en el que quieres escribir y trabajando con el lenguaje y estudiando narrativa. Si no lees mucho, no puedes escribir medianamente bien. No es una aspecto de fácil aprendizaje, depende de tu obstinación por superarte y tu amor por la escritura. ¿Cómo publicar un libro? Está aún más claro: mima el lenguaje, es la manera para narrar tu historia con sustancia. Así evitas el rechazo editorial.
19. El tono y el ritmo son planos
Estos son dos aspectos que dependen del lenguaje y son el resultado de todas las demás piezas narrativas también. El tono necesita ser fluido, fresco, emotivo y si pesa, no interesa. Lo mismo sucede con el ritmo y se te detienes en una escena y la extiendes sin que avance porque describes o reflexionas o repites lo mismo, llegas a provocar lo peor: el bache. La novela siempre tiene que ir hacia adelante y avanzar. Y eso lo que permite que los lectores disfruten del viaje y que tú evites el rechazo editorial.
20. No facilita evocaciones ni identificaciones
Es otra de las consecuencias de una pobreza de lenguaje. No se arregla con escribir correctamente sino expresando sensaciones y emociones a través de situaciones que puede conducir a los lectores a sí mismos. Empatizar con personajes o situaciones implica que hay un conocimiento profundo de los personajes, la estructura y el lenguaje y las emociones. Escribir permite presentar asociaciones a muchos niveles y estas toman de la mano a los lectores y los llevan a sí mismos. Muchas veces estos manuscritos están cargados de lugar comunes sin revisitar u ofrecen planteamientos muy superficiales sin tener en cuenta el aspecto más humano de la historia. El rechazo es inmediato, porque este aspecto es crucial para atrapar a los lectores.
21. La voz narradora no es fuerte
Y ya alcanzamos la última de las claves del rechazo editorial para saber cómo publicar. Si cuentas una historia de manera infantil, con soluciones fáciles, sin detenerte en la parte humana de tu historia ni en la fragilidad de los personajes y sus contradicciones, si no aportas un ángulo nuevo, entonces falla la voz narradora. Se vehicula a través de todos y cada uno de los elementos narrativos y es lo que te hace original. No se trata de grandes ideas, sino de cómo y desde dónde cuentas una historia y de cómo has desarrollado la idea inicial hasta convertirla en un tema novedoso. Normalmente se debe a que el autor aún no ha madurado, busca soluciones fáciles y no se ha detenido a reflexionar para darle la vuelta a todo cuanto sucede. Y una vez más, pues, se mejora con el lenguaje, determinante una vez más.
Cómo publicar un libro y cada una de las claves del rechazo editorial depende de la calidad del manuscrito y de lo que puede ofrecer a los lectores de una editorial. Eso es lo que interpretan y analizan los editores y lectores profesionales. Si quieres seguir aprendiendo sobre estos aspectos, en este mismo blog hay varias entradas dedicadas a los aspectos que he mencionado, como por ejemplo:
Fechas limitadas, solo 2 veces al año.
Taller presencial en línea para escritores que quieren tener muy claro lo que necesitan para publicar y manejar con soltura el proceso del autor al editor.
Quieres publicar.
Publicar significa haber alcanzado un sueño y mucho trabajo, horas robadas al tiempo.
Y para eso es imprescindible saber elegir. Elegir no consiste solo en descartar pretendientes editoriales sino saber qué puede darte cada uno y qué puedes dar tú.
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