La inspiración es un músculo que se puede potenciar para crear y escribir más y mejor. Teoría y práctica de la inspiración para que no te pierdas nada, para que conozcas el porqué de cada práctica y los resultados de cada teoría. Te propongo dos maneras de hacerlo. A continuación te muestro lo que implica cada uno de sus aspectos a partir de las conclusiones de las investigaciones científicas más recientes aportan y lo que conocedores del tema como María Zambrano y Federico García Lorca llegaron a descubrir al estudiar el fenómeno de la inspiración. Puedes acercarte desde la teoría en esta misma entrega y también puedes practicarla en este otro artículo clicando aquí mismo. Verás que el contenido está numerado. Y cada número se corresponde con un día en concreto de práctica en 15 formas de inspiración. Desde "1 ¿Qué es la inspiración?" y "día 1: despertar la inspiración" hasta el 15 y "día 15: tu lluvia de estrellas e inspiración"
En las siguientes líneas de este extenso artículo, trataremos lo siguiente:
1. ¿Qué es la inspiración?
Empecemos por identificarla de la forma más precisa para que sea más sencillo encontrarla. Para variar, en internet hay mucha información de escasa calidad. Pero uno de los primeros resultados es la canción de la película Encanto. La letra de la canción titulada Inspiración es muy interesante, es útil como un primer acercamiento al tema. Nos sirve para dejarnos llevar, para darle un primer bocado a la inspiración y para que nos pongamos a cantar sobre algo tan apasionante, que parafraseando esta tonada, no es simétrica perfecta, es única y multidireccional. Creo que es una manera muy clara de definir la inspiración para crear y sobre todo, muy esclarecedora.
Todas las imágenes que usaré para este reto pertenecen a la película El Fantasma y la señora Muir. Y así es debido a que esta película ilustra perfectamente la relación entre escritor y la inspiración. La novela se publicó en 1945 y en la actualidad la encuentras en la editorial Impedimenta. Inspiró la célebre película de Joseph L. Mankiewicz, con Rex Harrison y Gene Tierny como protagonistas. Es una comedia romántica y deliciosa sobre mucho más que el amor. En realidad, y de forma simbólica, cuenta la historia de la inspiración y cómo un escritor se relaciona con ella desde el extrañamiento, el rechazo hasta el abrazo y la integración. También muestra cómo es imprescindible el niño interior para todo esto.
Uno de nuestros mejores escritores en lengua castellana, Javier Marías, le ha dedicado a la película líneas de sus artículos desde 1995 en El País (imposible de encontrar este artículo) y en más de una ocasión aquí y aquí también y en este otro enlace.
No se ha estudiado mucho la inspiración para crear y escribir. Contamos con algunos pocos trabajos científicos muy puntuales o las declaraciones de artistas con sus testimonios sobre lo que les sucede cuando están inspirados. Que si es trabajo, que si es sudor, que si la inspiración no es nada, que no te pilla trabajando, que sí hay que trabajar, etc. A veces puede parecer que la inspiración está reservada solo a unos pocos genios. O tal vez a unos escasos elegidos. Como se trata de una experiencia muy íntima, es difícil de describir o comunicar de forma tangible.
Que no nos quepa ninguna duda acerca de qué se trata. Es un momento en el que vemos el mundo con ojos nuevos, algo encaja y nosotros en el universo. Nuestra mirada se expande y comprendemos algo que antes nos resultaba ajeno. La inspiración nos permite trascender nos Es un proceso evolutivo y espiritual que nos devuelve a la realidad con una mirada nueva y por lo tanto, podemos afirmar que gracias a la inspiración maduramos. Con la inspiración no basta tenerla de golpe, hay que sentirla y verla, ser conscientes de algo inconsciente e incontrolable. Es un guiño del caos y el misterio de la vida que nos permite enfocarnos y establecer un nuevo orden.
La inspiración para crear proviene directamente de cuando trascendemos y a partir de entonces nace una motivación para hacer algo. Es siempre el comienzo y ocurre antes de que se nos ocurran más ideas o nos pongamos a hacer algo. Por si todo esto fuera poco, se ha comprobado que la inspiración se comunica a través del arte porque es el vehículo para la trascendencia.
Así que para despertarla, ahora vamos a hacer una pequeña práctica muy sencilla. No hay que complicarse con la inspiración. Si te cuestionas, bloqueas el proceso. Dejarse estar es una clave fundamental en estos asuntos. La inspiración no es complicada, siempre apunta a la sencillez. Pero sabemos que en muchas ocasiones lo más simple se vuelve algo bastante difícil de conseguir, ¿verdad? Requiere una concentración del nivel de una flecha que va a dar en el blanco. Exactamente lo mismo que te pasa cuando estás escribiendo y no te das cuenta del tiempo que transcurre.
2. La inspiración en un abrir y cerrar de ojos
La inspiración y su inherente fugacidad. Crear y escribir es el resultado. Antes, es un destello que da sentido a una totalidad, muy difícil de atrapar. La escritura es una de las maneras de perpetuarla. Y cambiar el rumbo de un instante.
Escribir y hablar son dos actividades muy diferentes. Hablar es inmediato, implica una reacción, una necesidad de desahogo. A menos que te guste la filosofía, no solemos salirnos de nuestra rutina al hablar. Lo que hablamos se olvida, pero también nos toman la palabra. Cuando hablamos provocamos una reacción inmediata de la cual todos somos prisioneros de alguna manera. Un pequeño reflejo de esto se puede apreciar en las redes sociales y especialmente en Twitter donde las reacciones pueden provocar mucho malestar, tanto como sentirnos realmente acompañados. Pero al igual que el habla, Twitter pasa.
Para hablar basta con existir, no hace falta papel ni predisposición. En cambio, para escribir es necesario tener una intención y un trozo de papel, una lápiz, un bolígrafo o una pantalla y un teclado. Escribir también requiere reflexión. No es nada momentáneo, todo lo contrario. Al escribir hay una liberación más permanente. Hay algo que perdura en el tiempo más allá de que podamos perder papeles, teclados y pantallas. Nos permite ahondar. Y así contamos con la posibilidad de abrazarnos a una verdadera liberación cuando damos con algo verdadero y permanente para nosotros. Sea la forma que sea, escribir salva las palabras de la prisión de la inmediatez. Mientras escribimos podemos cambiar el rumbo de un instante.
La inspiración para crear y escribir viene dada por esos instantes y por la necesidad de desahogo vital, que no es banal, aunque pudiera parecerlo. La inspiración es un instante íntimo y fugaz que atrapamos al crear. Esos destellos se dan cuando salimos de la rutina y de nuestras visiones acostumbradas. Cambia tu recorrido de regreso del trabajo o del supermercado y darás con instantes más valiosos. La fugacidad se percibe mejor cuando cambiamos de espacio y de visión.
Como ves, por todo lo que te estoy contando desde hace tres entregas del boletín, la inspiración tiene unas características precisas. ¡Y más que iremos desvelando en este reto! Hasta ahora hemos tratado su trascendencia y ahora, su fugacidad. Efectivamente.
La inspiración es trascendente y fugaz.
3. Tu verdad en la inspiración
La inspiración y su profunda verdad. Tiene una verdad que se palpa en un destello que le da sentido a quiénes somos en el universo entero. Como si nos enhebrara desde lo más profundo del ser hasta las estrellas más lejanas.
Secretos, verdad y un destello de inspiración para crear y escribir.
Un escritor quiere comunicar algo que le pertenece íntimamente. Cuenta con una fuerza interna que le impulsa. Tiene un objetivo, incluso a veces cuando no es muy consciente de que así lo sea. Un escritor quiere gritar algo a alguien, le quema por dentro porque en cierta manera busca revelar un secreto. Y esto tiene que ver mucho con la función primaria de la ficción, que consiste en comunicar la verdad. Pero a veces no se puede contar algo porque es demasiado verdad. Y la verdad necesita ser protegida. Para eso también existen la ficción, las novelas, las historias, los cuentos y la poesía protegen la verdad. Muchas veces oímos que hay cosas que no se pueden decir. Para ellas existe precisamente el espacio de la escritura donde tenemos tiempo para reflexionar y buscar las mejores palabras para contar algo. Por eso la verdad se revela al final de la novela después de haber presentado las cartas y resuelto el problema central. Por eso mismo es importante que la escritura requiera tiempo, justamente lo que le permite al escritor la mejor manera para proteger su verdad. Crear y escribir para que la verdad salga de las profundidades hacia la superficie. Esa verdad es lo que te atrae de la gran mayoría de libros que lees porque hay algo muy profundo que te están comunicando solo a ti. Escribir es tatuar con palabras. No se hace de cualquier manera, ni corriendo, ni con ansia, ni sin darle vueltas ni como un vómito de palabras. No puedes escribir cualquier cosa, sino solo aquello que simboliza tu secreto y tu verdad. Nada de esto es casual, para nada. La inspiración revela con un destello esa verdad, la enhebra con secretos y lo hace de golpe. En un instante eléctrico. Clica aquí para la práctica del día 3.
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4. Jugar para inspirarte
La inspiración, jugar y el inconsciente. Muchos afirman que crear y escribir nace trabajando. No. Es jugando. Si hay algo que mata la inspiración para crear es todo tipo de actividad racional. Si hay algo que la despierta en todo su poder es la actitud lúdica. ¿Cómo llega la inspiración?
¿Te ha pasado alguna vez que después de darle muchas vueltas a algo de repente lo entiendes como si fuera una suerte de revelación interna? Hay un momento en que todas las piezas encajan, comprendes algo de forma clara y profunda. Esta comprensión interna tiene que ver con los aspectos cognitivos para solucionar un problema. Pero la solución no siempre es consciente y cognitiva porque la revelación interna es una suerte de fogonazo. La inspiración es breve, intensa y sensorial. La conocemos como el famoso ¡Eureka! Antes de que llegue el momento del “¡Eureka!” has estado investigando diferentes partes del problema. Le has dado muchas vueltas a algo. A veces lo has hecho con la lógica y otras veces, no. Pero todo este proceso forma parte de ese fogonazo y esa comprensión que a veces es difícil de poner en palabras. Es un proceso que conduce a la inspiración. Y se caracteriza por una actitud aventurera y profundamente lúdica. La inspiración tiene muchas vertientes, aunque nace cuando se completa un puzzle. Así se genera la inspiración para crear y escribir. Durante diferentes días o incluso meses hemos estado tratando un problema desde cada una de sus piezas pequeñas, grandes y medianas. Y no solo eso, también hemos estado revisitando el problema desde muy diferentes ángulos. Es como si estuviéramos reorganizando un armario desde cero. Al hacerlo construimos una nueva manera de entender el problema, el armario y su contenido. Darle vueltas a un problema es lo más sano para invertir un bloqueo. Todos esos bloqueos te están pidiendo que juegues más, que des más vueltas, que te aventures más. En definitiva, el trabajo intelectual consiste en darle muchas vueltas a un problema hasta que algo hace clic. Si tienes un bloqueo y no se debe a una situación muy difícil de la vida, pensarlo y repensarlo, divertirte con el y buscar una solución es justamente lo que te proveerá esta comprensión interna y a la vez, la inspiración. Salta el bloqueo, salta lo que crees que no sabes. Dale una y mil vueltas, sin obsesionarte, como si estuvieras jugando. Así llega la inspiración. Pasemos a la práctica del día 4, clica aquí.
5. Dejarse llevar hacia la inspiración
La inspiración y el fluir. Son dos procesos complementarios y muy diferentes. ¿En qué se parecen entonces? ¿En qué se diferencian? Lo analizamos a continuación.
Fluir es un estado que todo escritor puede entender fácilmente. Ocurre cuando pierdes la noción del tiempo y estás escribiendo o creando algo. Estás escribiendo tu historia o reflexionando sobre ella, acabas y al mirar el reloj, te das cuenta del tiempo que realmente ha pasado. Te has estado divirtiendo con tu escritura. No has sentido que estabas realizando un esfuerzo o que el tiempo pasaba. Puede que al final estés más cansado de lo habitual, pero mientras escribías, no sentías ni el esfuerzo ni el cansancio ni que el tiempo pasara. Esto ocurre porque has estado muy centrado. Y has fluido a través de lo que estabas haciendo. Cualquier actividad se puede hacer de esta manera, Depende de dos factores esenciales: de la concentración y de que te estés divirtiendo. Si no se dan a la vez, no hay fluidez. Son requisitos esenciales para crear y escribir. Si bien la inspiración ocurre mientras fluimos, no se trata de lo mismo, ya que la inspiración no se puede provocar y el fluir sí. Solo puedes estimular la inspiración, pero no provocarla. Y a medida que la estimulas más y más, la facilitas. Podemos decir que provocando el fluir también estimulamos la inspiración. Fluir depende de la disciplina y la inspiración, no. De ahí viene el enorme lío de que la inspiración nos pilla trabajando cuando nunca es así. Hay que concentrarse. Fluir es una consecuencia de tus ganas de hacer algo en concreto, de tu maestría al realizarla y sobre todo de lo que significa el reto de hacerla. La inspiración no funciona así. Puedes decidir que vas a escribir un sábado por la mañana, te sientas, sabes lo que quieres hacer, tomas tu bolígrafo y tu papel o te armas con tu teclado frente a la pantalla, puedes escribir algunas palabras, pero es posible que la inspiración no surja. Es incluso probable de que no llegue y que al final desistas. También puede ocurrir que la idea que buscabas aparezca de repente por sí misma después de ponerte a trabajar, o cuando estás caminando, o lavando los platos o con alguien, o simplemente no haciendo nada, que es cuando más le gusta aparecer a la inspiración. El fluir depende de la tensión y de un momento de conciencia plena. Es cuando el universo y la actividad que se está haciendo se abrazan, se solapan y se absorben. Se produce un ensimismamiento absoluto que bloquea la conciencia mientras se realiza algo, por eso perdemos la noción del tiempo, no tenemos conciencia. También se bloquean las emociones durante ese estado. Sin embargo, la inspiración es fundamentalmente una emoción. Fluir es un estado racional y la inspiración depende de la emoción y las sensaciones corporales. Puedes estar en un estado de fluir durante horas, pero la inspiración siempre es instantánea. Fluir e inspiración acontecen en marcos temporales completamente opuestos. La inspiración para crear y escribir puede provocar un estado de fluir intenso y viceversa. No puedes fluir con algo que no te interesa de forma verdadera. Y es ahí donde fluir e inspiración convergen. La inspiración depende de algo interiormente verdadero que nos conduce directamente a trascendernos. Entonces, si te aplicas con algo que te gusta de verdad, que te divierte y que es muy verdadero para ti, llegas a un estado que identificamos como fluir y cuya práctica puede conducir a la inspiración. Pero no es un proceso de causa y efecto directo. Si te dedicas a algo en lo que fluyes, encontrarás una puerta por la que la inspiración vendrá a visitarte. En definitiva, fluir e inspiración son dos procesos con los que conectamos de maneras muy diferentes. Entramos en un estado de fluir cuando sentimos que estamos en nuestro camino, que hacemos algo que nos refleja tal como somos nosotros mismos y conectamos con lo que somos de la forma más auténtica, estamos centrados en lo que somos y ya no hay diferencia entre lo que hacemos y lo que somos. Estamos inspirados cuando encontramos un sentido superior, es decir, cuando nos trascendemos, y es eso precisamente lo que nos permite que nuestro camino deje de ser plano, porque nos eleva y acariciamos con la yema de nuestros dedos y de nuestra conciencia, la mejor versión de nosotros mismos. Clica aquí para la práctica del día 5.
6. Ser inspiración
La inspiración y el ser. Mientras averiguas quién eres y qué quieres, abres puertas y ventanas a la inspiración. Sin esa conexión íntima, no salta la chispa. ¿Pero cómo se abrazan el ser y la inspiración? Lo analizamos a continuación. La reflexión de hoy nos conduce a una tarea sobre el ser en el día 6 en 15 formas de inspiración No basta con mucha información, la inspiración para crear y escribir necesita desarrollarse y se practican sus diferentes aspectos. Para eso están las tareas da cada día. Abre tus puertas y ventanas. ¿Crees que puede ser bueno facilitarte el camino? Pues, deja que te abrace cada una de las facetas de la inspiración en cada práctica.
La inspiración nos eleva, ya lo hemos comentado en las anteriores entregas y más concretamente en en el día 5 y su tarea práctica. La inspiración para crear nos pone más allá de lo cotidiano y lo rutinario. No es una experiencia puramente terrenal y prosaica. La inspiración es espiritual. Sucede en un momento cuando algo conecta con nuestro sentido de la vida. Y exactamente allí radica la espiritualidad. No se trata de fe ni de religión. Buscamos una creencia muy profunda que se confirma porque antes nos habíamos interrogado en esa dirección. La inspiración acaricia nuestro ser más íntimo. Es un espacio donde nos interrogamos por el sentido del universo. Todo empieza con la gran pregunta sobre quiénes somos. No se trata de obtener respuestas lógicas, por eso mismo racionalizar e inspiración no se dan la mano nunca. Es más, cuanto más racionalices, más te alejarás de ti mismo. Si quieres inspiración de rock and roll, ha llegado el momento de empezar a contestar esa pregunta que a veces lleva toda una vida: quién soy. Buscar la identidad es algo a lo que está entregado, por ejemplo, el budismo y su método conduce a la iluminación, algo que exige muchos años. Simplemente se trata de empezar a cuestionarnos. ¿Quién soy y qué quiero ser? Lo importante es empezar a tirar del hilo y acompañar el proceso, no tanto la llegada a un horizonte que a veces desconocemos a lo largo de la vida. Dar con la respuesta lleva tiempo y además, no es definitiva, evoluciona mientras vivimos. Inspirarte para escribir, inspirarte para crear. Todo escritor realiza una búsqueda en cada novela y es la novela la que se va mostrando al escritor a medida que se va haciendo y va mostrándole quién es. Muchos autores me contactan porque están bloqueados durante el proceso de escritura. En un gran porcentaje compruebo que sucede porque no conoce las bases fundamentales de la narrativa. Y en un porcentaje pequeño se debe a crisis personales después de cruzar un abismo vital. En muchas ocasiones, incluso demasiadas, muchos autores insisten en que están bloqueados y no saben qué hacer o que es difícil, como si eso fuera el fin del camino, cuando en realidad es solo el principio. La inspiración da respuestas, pero no da un camino trazado de antemano. Tu verdad y la verdad de tu novela, sea del género que sea, más literaria o menos literaria, más generalista o de evasión, conecta con esa verdad íntima sobre tu ser, sobre qué haces aquí en este mundo, que te une a los demás, quién eres y qué quieres ser. Durante tu búsqueda por diferentes caminos, todo aquello que te sorprenda y te divierta te dará las pistas que necesitas. Inspirarse es divertirse y asombrarse. No pretendo, ni mucho menos, que contestes a estas cuestiones sobre tu ser de un plumazo, por supuesto que no. Pero sí que no las ignores más, que sepas que existen y que son la plataforma de lanzamiento hacia tu inspiración. La inspiración solo es posible cuando conectamos con nosotros mismos. No sucede por arte de magia. Los momentos de inspiración son hallazgos en tu camino de búsqueda entre retos. Clica aquí para la práctica del día 6.
7. La inspiración de ser ligeros
La inspiración y la ligereza. Cómo jugar nos conduce a los paraísos perdidos y nos permite recuperarlos. La inspiración necesita la evocación, el recuerdo, el juego y la ligereza. En el punto anterior hablábamos de conexiones íntimas con el ser. Y ahora también, pero desde formas muy diferentes. ¡Y jugando!
La inspiración para crear en la espuma del mar. La inspiración para escribir entre olas.
La entrega anterior, así como su puesta en práctica en el día 6 apuntaban a la profundidad del ser. No olvidemos que en literatura, y especialmente narrativa, la ligereza es tan importante como la profundidad. Si hay algo que hace la inspiración y que le compete en exclusiva es unir lo profundo con lo ligero. Pensemos en la espuma del mar. Cierra los ojos y siéntela. Quizás no hay nada tan ligero y sin embargo es el resultado de lo más hondo del océano. En muchas ocasiones la inspiración es como la espuma del mar, efectivamente. Una brisa, un trago de cerveza helada, un copo de nieve. Todo está relacionado porque la inspiración es emoción. Una suerte de hilo invisible que lo conecta todo. La gran María Zambrano afirma:
“El corazón es la víscera más noble porque lleva consigo la imagen de un espacio, de un dentro oscuro, secreto y misterioso que, en ocasiones, se abre.”
Utilizo con mucha frecuencia el verbo “florecer” y es desde este prisma de Zambrano. El florecer permite que el corazón se abra, que las nuevas ideas nazcan pequeñas, verdes y poderosas y que se salpique todo de flores y granos de sol. María Zambrano va más allá y nos menciona la vida del corazón a través de una interioridad abierta, pasividad activa. La interioridad abierta implica un estado que recibe aquello que llega, fundamental para la inspiración. Y la pasividad activa es ni más ni menos que el fluir, también fundamental para la inspiración, como hemos visto anteriormente. Hay una actividad concreta en la que se unen, interaccionan y se alimentan mutuamente la interioridad abierta y la pasividad activa. ¿Se te ocurre de qué actividad puede tratarse? Pues sí, es nada más y nada menos que la escritura. Inspirarse para crear y escribir. No cualquier tipo de escritura, sino aquel que nace de jugar. Narrar es jugar. Más que un “homo sapiens” que sabe, o un “homo faber” que hace, se ha distinguido al “homo ludens” que juega porque aprendemos jugando desde niños y porque es esencial para la creatividad. Muchos autores defienden que el juego es una actividad que surge de forma natural y gracias al juego aprendemos a relacionarnos con otros y con el entorno a través del lenguaje. Lenguaje y jugar son dos caras de la misma moneda en el desarrollo humano. Podemos salir en búsqueda de la inspiración desde lo más profundo de nosotros mismos o jugando con el universo. No se trata de dos actividades que se suplantan, sino que son complementarias, como la espuma del mar y las profundidades del océano. La inspiración implica conquistar espacios que se abren porque los sentimos. Y para sentir nos hace falta recuperarlos desde la infancia. La búsqueda del escritor nace de esa nostalgia, se encuentra con la inspiración cuando disfruta del volver a tener aquello que se perdió en la niñez. Y una de las maneras más eficaces para encontrarse con la infancia es jugar. Es la forma más eficaz para crear. Escribir es uno de los juegos más serios y más profundos en los que podemos embarcarnos. Piensa en lo que hemos comentado en los días anteriores, en cómo la inspiración nos conecta con lo más profundo de nosotros. Pero hoy toca jugar. ¿Te apetece? Entonces, clica aquí en el día 7.
8. Hacia tu lugar inspirador
La inspiración y los pájaros. La inspiración y nuestra alma, la libertad y el instante. ¿Cuál es la mejor actitud para dejarse bendecir por la inspiración? Bueno, resulta que hay un lugar muy concreto donde hacerlo. Nos adentramos en ese espacio innominado y, sin embargo, de una claridad pasmosa. Hoy jugamos con los pájaros porque solo ellos conocen el territorio de la inspiración. Y resulta que para crear son necesarios los pájaros. El enlace a la tarea de hoy está más abajo, justo después de la información. Si quieres emprender el viaje más allá de ti hacia la inspiración, la tarea de cada día es el camino.
“El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar; desde la linde se le mira y el aparecer de algunas huellas de animales no ayuda a dar ese paso. Es otro reino que un alma habita y guarda. Algún pájaro avisa y llama a ir hasta donde vaya marcando su voz. Y se la obedece; luego no se encuentra nada, nada que no sea un lugar intacto que parece haberse abierto en ese solo instante y que nunca más se dará así. No hay que buscarlo. No hay que buscar.”
María Zambrano
La imagen nos lleva a un lugar de libertad como un claro del bosque. No hay árboles caídos, no hay un bosque denso, podemos ver el cielo y la tierra. Pero llegar hasta allí no es sencillo. No es un lugar tan aislado en el que no haya entrado algún ser vivo. Hay huellas de pájaros. No sabemos si son pequeños o grandes, comunes o majestuosos. Solo son pájaros. Pero también tienen una carga simbólica importante. Las aves son una metáfora del alma. Son mensajeras de los dioses en muchas mitologías y religiones, como entre aquellos nórdicos y griegos. En la cultura islámica, son ángeles. En el antiguo Egipto representaban la conexión con los antepasados y las vidas pasadas, tanto como el lado espiritual de la vida humana. En la tradición occidental cargan con los pensamientos, la espiritualidad y la libertad. Contamos con una paloma blanca para la paz y con el ave Fénix para renacer de nuestras cenizas. La cita de María Zambrano nos conduce a pensar que quizás lo más conveniente es esperar que nuestra alma nos guíe hacia la inspiración. Así alcanzamos los espacios propios para inspirarnos y para crear y escribir. Pero también marca que ha de ser una espera activa y atenta, necesitamos estar despiertos para ver los mensajes de los pájaros y más cuando nos conducen tan descaradamente con sus huellas hacia nuestro claro del bosque. Gracias a nuestra alma daremos con un instante. La inspiración es un destello. Y se nos aparece como un espacio completamente nuevo. Es original. Solo hay una manera de ver a fondo la totalidad y es con la mente abierta, desprovistos de juicios de valor. No hay que buscar afirmaciones, ni verdades, ni valores. No hay que buscar algún significado oculto. Solo hay que saber ver en los poros de la piel. Y nuestros guías son los pájaros. ¿Estamos preparados para escuchar su testimonio? Vamos a comprobarlo en la práctica del día 8.
9. Muévete para inspirarte
La inspiración y el movimiento. La inspiración y dedicarse al talento. La inspiración es cándida y profunda, abraza espacios de nuestro ser y nuestra inocencia que tintinean. Se puede contagiar desde otros artistas. No hay inspiración sin acción. ¿Te mueves hacia la inspiración o la contemplas desde una distancia cómoda?
Si bien la inspiración para crear es íntima y personal, se pueden tomar de otros. La inspiración para escribir se comunica y se contagia. ¿Cómo? Se transmite desde los grandes artistas. Ellos pueden encender en cada uno de nosotros la inspiración desde su voz única. Son creadores que gracias a que tienen una voz propia muy definida, nos empujan hacia nuestros espacios íntimos y hacia el sentido que le damos a nuestra existencia. Nos sueltan chispas y encienden nuestra alma. Nos abren espacios de la conciencia y claros del bosque. Por eso necesitamos nutrirnos de sus voces de fuego, no nos sirve cualquiera.
Si una obra de arte nos conmociona, nos hace vibrar y nos impulsa a pensar en algo sobre lo que no habíamos pensado antes, vamos por el buen camino. Pero, cuidado, no se trata de una frase inspiradora, una cita, algo que comentamos. La inspiración no es trivial ni cotidiana. Necesita que nos ubiquemos frente al arte. Y de allí surge algo que es muy claro para nosotros y nos lleva a actuar, a hacer algo en concreto.
La inspiración para crear se pone en marcha cuando nos impulsa a hacer algo a lo que no nos habíamos atrevido antes, esto sí será una señal de que estamos realmente inspirados. La inspiración es excepcional. Cuesta dar con el claro del bosque, por eso a veces hay que esperar mucho tiempo al pájaro que nos mostrará el camino con sus huellas. Como estamos comentando a lo largo de estos boletines, no hay una única fuente de inspiración. Y no se trata de leer mucho para saber de qué se trata. La inspiración es movimiento, es acción en cada uno a través de cada uno de los aspectos que estamos tratando. Por eso mismo es importante practicarlos, unirnos al movimiento, fomentándolo.
¿Y qué podemos hacer? Esperar detrás del árbol que más raíces tiene. Se trata de una espera atenta, activa, que fluye: nuestro talento. Dedicarnos a nuestro talento nos da posibilidades de encontrar la inspiración para crear y escribir. Y dejar que se encienda desde otros artistas poderosos.
Como has podido comprobar, cada día te sugiero una tarea que incide en esa dirección. Pueden parecer tareas superfluas; algunas, incluso demasiado inocentes. La inspiración tiene un aspecto muy profundo conectado a la inocencia. Se caracteriza, precisamente, por la candidez y el ser desde cada una de sus profundidades. Las preguntas, las actividades, cada tarea está diseñada para encender las chispas de la luz hacia el camino de tu claro del bosque. Ha llegado el momento para que te preguntes si te arriesgas o te detienes en tu camino hacia la inspiración. Dedicarte a tu talento desde muy variados espacios y ángulos es una de las claves. Clica aquí parala práctica del día 9.
10. Cuando la inspiración es imposible
La inspiración y las certezas. La inspiración y transformar lo que no es posible. La inspiración es revolucionaria por naturaleza y se arriesga. ¡A por los cambios! Ayer mencionaba la mirada inocente y la practicamos. Pues resulta que es fundamental para la inspiración y tiene una fuerza oceánica que puede transformarlo todo. No se trata de derrumbar, sino de transformar. Así que voy a repetir la pregunta de ayer transformándola: ¿crees que te mueves hacia la inspiración o la contemplas desde una distancia inamovible?
Hay más para la imaginación. Ayer tratamos sobre su vínculo con el talento. Pero por si esto fuera poco, también se trata de combinar el agua con aceite mientras imaginamos con libertad absoluta. Imaginamos aquello que aún no existe.
En la imaginación el agua y el aceite se unen. Y entra en juego el cuestionar lo que se tiene asumido. No se cuestiona de cualquier manera para alcanzar la inspiración. Para lograrlo te conviene jugar. No es conveniente tomarse muy en serio en cuestiones de inspiración para crear ni para escribir. Es imprescindible jugar con la rutina y con esas ilusiones de creer que se sabe lo que ocurrirá si se hace esto o lo otro. Jugar con lo predecible.
La inspiración necesita los síes de la vida como ya hemos visto y por eso cuestiona jugando. Si eres escritor y cuestionas para reforzar los noes, pues, no te estás ayudando a inspirarte. ¿Te acuerdas del juego que hicimos en el día 7 de este Reto? Si hubiéramos contestado que no a la pregunta original, no habría habido juego.
La inspiración, crear y escribir se busca explorando posibilidades y cuanto más difíciles de hallar, mejores resultados. Para jugar son fundamentales las incertezas. Para inspirarte necesitas una mente abierta a todas las posibilidades y transformar lo que no es posible. Por eso los bloqueos (a menos que nazcan de situaciones límite de la vida) son la puerta a algo muy enriquecedor. Si te quedas en que algo es difícil, en que no te sale ni a la primera ni a la segunda, pues, no es cuestión de voluntad, se trata exclusivamente de imaginación y de abrir puertas a la inspiración.
11. El caos y el orden de la inspiración
La inspiración y el caos. La inspiración y el orden natural. Son dos polos opuestos, tú estás en medio. Justo entre esas dos fuerzas que tiran de ti. ¿Quién te puede ayudar? Tú, solo tú, porque crear es un acto solitario, del hombre frente al universo. Solo te queda mirar al cielo. ¿Cómo clamar a los dioses y las Musas, entonces? Fácil. Con la práctica diaria que te sugiero, por ejemplo. Esa es la acción y la transformación que te permite que la soledad creativa lo sea menos. ¿Sorprendida? ¿Sorprendido? ¿En qué camino crees que estás? El enlace a la tarea de hoy está más adelante.
La inspiración para crear y escribir, como ya sabes, es una fuerza natural. Y toda fuerza natural que se precie contribuye a un orden que reconocemos como caos. A los humanos eso no suele gustarnos mucho. Narrar, por ejemplo, es una forma de ordenar la vida. Si cuentas historias, te pasas ordenando, le das sentido y linealidad a aquello que no lo tenía, es decir, al caos. La inspiración proviene del caos, no puede jamás nacer del orden.
Escribir es una manera de materializar el caos y lo sagrado. El caos es sagrado y lo organizamos también en rituales que lo acercan a lo profano. Gracias a esa danza entre lo sagrado y lo profano atrapamos la inspiración. Gracias a esa dualidad la vida se expande y se regenera, se concentra y se renueva.
Lo sagrado es un movimiento que conduce hacia los orígenes y la unidad de todo. También se centra en lo cualitativo y facilita el crecimiento en profundidad. Lo profano es cantidad, movimiento material, es huida. Lo sagrado inspira, mientras nos hace más hondos, ida hacia el centro. Lo profano ejerce la fuerza contraria, de huida del centro. Lo profano nos permite materializar la inspiración que solo puede nacer del acercamiento a nuestro centro espiritual y en la frontera del caos.
12.Enciende tu inspiración
La inspiración y los caminos para encontrarla. La inspiración para crear y escribir y lo que nos ayuda a encender la chispa del fuego sagrado. Establece tus estrategias. Quema paraguas y “peros”, sé libre, cuenta desde las resoluciones, no desde los problemas que ya has resuelto. Cuéntate desde la inspiración y no la ahogues, deja que brille, muéstrala al sol. Desvincúlate de la ergástula que te ata a todo lo que no quieres. No hay soluciones ni recetas, bien lo sabes. Solo hay inspiración, la tuya, la que te pertenece únicamente a ti.
La inspiración impulsa la acción y que seamos más productivos, más creativos, más transformadores, más libres. Ocurre a través de lo que experimentamos y no mediante la conciencia que tenemos de las cosas.
Requiere un estado en el que vemos las posibilidades de cuanto nos rodea sin necesidad de controlar lo que nos ocurre. De tal manera que lo material no nos inspira más. Es decir, si te dan un millón de euros para que te inspires, lo que conseguirás será precisamente bloquear tu inspiración. En cambio, si es un sentimiento que nace de nuestro interior y que solo porque ocurra ya nos llena, entonces se multiplica. Y al hacerlo, al crear y escribir, verás cómo abrir puertas que antes permanecían cerradas, cuyas llaves habías extraviado. El perfeccionismo, el miedo a equivocarse y la competitividad también la aniquilan. Obstruimos nuestro camino para sentir la inspiración si nos presionamos. O si estamos con el ánimo bajo, se vuelve más difícil identificarla cuando aparece.
Es bastante simple. Dedicarte a tu talento y desarrollarlo entre retos y hallazgos, magnifica la inspiración. Cuanto más te valoras, más inspiración para crear y escribir. Y la guinda del pastel inspiracional es nada más y nada menos que el positivismo. Desarrollamos este aspecto en el punto 7 que ya hemos tratado. ¿Te acuerdas de lo que hicimos el Día 7? Fue la actividad ¡Sí, sí y sí!
Cuando estamos bloqueados, simplemente tendremos que dar más vueltas, ponernos en contacto con arte y buena literatura o algo que nos motive mucho, ayudándonos a encender la chispa. Lo ideal es permitirnos asombrarnos y solo hay un camino: perdernos en diferentes caminos inspiradores mientras nos convertimos en expertos en nuestro talento. Perderse es una de las estrategias mejores. Darle vueltas a un camino cerrado, otra. Quizás se trata de que seamos más conscientes de aquello que de verdad nos ayuda a inspirarnos. Tan simple como eso. ¿Te apetece? Pues pasemos a la actividad del día 12.
13. Tu universo de inspiración
La inspiración y la originalidad. La inspiración y nuestra totalidad. El fuego inspirador se nutre y hoy alcanzamos otra manera de hacerlo. Hoy encendemos chispas desde tu visión total. Nada de pensamientos parciales. La inspiración no arde así. Necesita todo tu universo.
La inspiración para crear y escribir se abraza a la originalidad. Contrariamente a lo que muchos creen, la originalidad no depende de las ideas sino de tu visión. Desde allí nace tu voz narradora, la clave de la originalidad. Para dar con tu voz narradora tienes que conocerte bien, integrar tus aspectos luminosos y negativos, sin cambiarlos, solo aceptándolos. Abraza tu totalidad.
Y eso es así porque la inspiración a la vez es individual, depende de la biografía de cada uno, de la mirada, de la forma de ver el mundo. La voz narradora no se puede copiar ni fabricar. Le pertenece intrínsecamente a cada creador. Es posible que en lugares apartados del mundo dos personas tengan una idea muy similar. Pero nunca escribirían la misma novela porque esa idea pasará por el prisma personal de cada una de esas personas.
La inspiración para crear nace con ese prisma. Cuanto más te juzgues al escribir, más empequeñeces el prisma. La inspiración conecta con tu verdad y con quién eres de verdad. Lo que creamos encarna nuestra inspiración. La inspiración no está reservada a los artistas, está al alcance de todo el mundo porque se trata de nuestra trascendencia con raíces en nuestra vida y nuestro lugar en el mundo. La trascendencia nos conduce hacia nuestra totalidad. Se trata de unir lo que está separado, cada aceite y cada agua de nuestra existencia. La visión inspiradora opera de esta precisa manera. Cuanto más abraces tu totalidad, más inspiración sentirás. Es un camino de ida y vuelta. ¿Crees que tienes la determinación para ponerlo en práctica? Bueno, lo comprobarás con la tarea de del día 13, clica aquí para acceder.
Tengo un curso estupendo para armarte con las técnicas imprescindibles para escribir tu novela. Ya lo sé, ya te lo he dicho. Es que es algo de lo que estoy muy orgullosa, los participantes están muy satisfechos, los acompaño paso a paso, solo para 10 personas y no puedo evitar mencionarlo, claro. Se diferencia porque es práctico, porque estoy contigo a tu lado día a día, por las tutorías, y porque al final te sentirás más fuerte. Aquí te cuento más y me puedes hacer más preguntas .
14. Abrazar el misterio de la inspiración
La inspiración y lo sagrado. La inspiración y nuestra alma. Hemos alcanzado el día 14, solo nos queda uno para acabar. Ahora nos encontramos justo en el meollo de la inspiración, según todos los estudios habidos sobre esta cuestión. Jugar, lo sagrado y el arte son los ejes capitales de la inspiración. Si de algo ha de servir este reto es para que lo entiendas y lo implementes en tu práctica de escritura.
Hasta ahora hemos tratado la inspiración para crear y escribir desde variados ángulos. Si bien he señalado su aspecto de conexión con lo sagrado, no le hemos dedicado unas líneas exclusivas y a fondo. Ha llegado el momento. Hemos estado subiendo una escalera para llegar hasta aquí. Cada boletín, cada reflexión y cada práctica se dirigían a este momento culminante.
Escuchar la inspiración implica elevarnos a algo superior a nuestra inmediata experiencia humana. Puede que seas creyente o no, espiritual o no, para la inspiración necesitas la trascendencia y enredarte en los ejes menos prosaicos de la vida. Y sí, y también elevarte sobre lo más racional.
No hay una única manera de conectar con nuestro espíritu. Buda menciona que dentro de nosotros habita un dios que necesitamos descubrir. En el zen lo humano y lo divino se abrazan y comunican dentro de cada uno. Otras religiones entienden lo divino como algo externo. A unos y otros les dedicamos rituales, plegarias y los representamos. Nutrir lo sagrado para darnos más opciones es necesario si quieres inspirarte más. Lo sagrado es otro de los caminos para alcanzar la visión integradora que nos regala la inspiración.
Para abrazar la inspiración para crear y escribir, nos viene bien darle la mano a la inocencia, la pureza y la alegría de vivir. Hemos estado tratando en cada boletín estos aspectos desde variados ángulos. Una ayuda importante consiste en comunicarnos a nivel espiritual con nosotros mismos y el universo. Es una de las maneras que conocemos para dialogar con el Misterio de la vida. ¿Y por qué vale la pena experimentar esta dimensión sagrada?
A este respecto, María Zambrano propone reclamar enérgicamente un orden del corazón, un orden del alma. Porque el racionalismo y la cultura moderna han desechado al ser total del hombre al ocuparse solo de su pensamiento. Para crear e inspirarnos, necesitamos al ser completo y sobre todo, el alma. Tratar adecuadamente al alma es una cuestión de agilidad de la mente. ¿Cómo tratas diariamente a tu alma? Ten en cuenta que es la manera de abrir un cauce en la vida que facilita el fluir de la psique.
El alma busca la expresión poética que necesita una mirada mágica desde el corazón para abrazar lo sagrado. El famoso psicólogo Lacan afirmaba que la alcanzamos al conocernos profundamente. Para Buda ocurre al iluminarnos. Para el pensamiento religioso de occidente sucede cuando oramos desde tiempos inmemoriales para que dioses, ángeles, deidades y otras figuras sagradas nos ayuden a obrar el milagro. El arcángel Gabriel se ocupa de la inspiración de la misma manera que lo hiciera Mercurio, ambos son mensajeros de lo divino. Dioses y ángeles nos auxilian de alguna manera misteriosa, ¿acaso hay otros caminos para deambular por el Misterio? Un orden del alma y del corazón, así lo reclama desde hace décadas María Zambrano, una de las grandes filósofas que ha tenido España y que se ha adelantado a su tiempo mostrándonos los caminos poéticos de la existencia.
Pues intentémoslo. Si hasta a Sócrates consultaba el oráculo de Delfos para escuchar a su daimon interior, a ningún racionalista le va a perjudicar este acercamiento a lo divino, ¿verdad? También te puedo recordar una de tantas grandes frases de Nietzsche: “Hay misterios del arte que están por encima de la razón.” Podemos descubrir las razones del corazón y solo desde el corazón si aprovechamos la soledad y el abandono de entregarnos a lo sagrado y así abrir las puertas para que la inspiración nos eleve para crear y escribir.
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15. La inspiración y tu estrella
La inspiración y la lluvia de estrellas. La inspiración y la imaginación. El estado poético y el hecho poético. Ya es nuestro último día, se cierra este ciclo.
Hoy te voy a proponer crear un hecho poético. Para hacerlo, antes lo tratamos en este boletín, como en cada uno de los días anteriores. Necesitas conocer el porqué para abrazar todo el significado de la puesta en práctica para nutrir la inspiración. Y sí, es algo indivisible.
Si hoy quieres crear un hecho poético, es tu momento. Ya nos despedimos de este reto. Espero que te lo hayas pasado bien y que hayas aprendido todo cuanto necesitabas sobre la inspiración. He reunido aquí los resultados de las últimas investigaciones neurocientíficas y psicológicas así como las conclusiones de algunos versados en la materia porque la investigaron a fondo como María Zambrano, García Lorca y Friedrich Nietzsche.
¿La inspiración para crear y escribir implica una búsqueda interior? Sí. Solo de esa forma darás con tu voz narrativa que es una de las formas de abrir la puerta a la inspiración. La inspiración no depende de la imaginación, contrariamente a lo que se cree y ya lo he señalado a lo largo de estos días de formas variadas. ¿Y por qué? Pues, el alma, nada más y nada menos. Y debido a que tu misión como escritor es dar alma a tus creaciones. Se nota muchísimo cuando llega a las editoriales un manuscrito correcto y sin alma. Aburre toneladas, para empezar. Resulta vacío. Y sí, va a la pila de los rechazados. Insisto, no es una cuestión de gusto. Es algo que quienes tenemos mucha experiencia notamos bastante fácilmente. En mis años de criba editorial he rechazado muchos manuscritos porque le falta alma. Y así lo señalo en los informes pertinentes. Un manuscrito sin alma es una cosa difícil de leer, cada página aplasta el ritmo, el sentido y el estilo. Y la casilla dedicada a la voz narradora sirve para explicar esto.
Volvamos a la imaginación y la inspiración, dos cosas muy diferentes.
La imaginación ayuda a descubrir, pero no es el descubrimiento de la inspiración. Afirma García Lorca en sus conferencias que
“la imaginación está limitada por la realidad: no se puede imaginar lo que no existe; necesita de objetos, paisajes, números, planetas, y se hacen precisas las relaciones entre ellos dentro de la lógica más pura. No se puede saltar al abismo ni prescindir de los términos reales. La imaginación tiene horizontes, quiere dibujar y concretar todo lo que abarca. La imaginación poética viaja y transforma las cosas, les da su sentido más puro y define relaciones que no se sospechaban; pero siempre, siempre, siempre opera sobre hechos de la realidad más neta y precisa”
Necesitamos diferenciar entre los hechos del alma que la imaginación puede nombrar y los estados del alma, que solo la inspiración puede mostrar. Un hecho del alma sucede y podemos hacer que suceda. El estado del alma acontece más allá de nosotros, podemos favorecerlo, pero no podemos hacer que pase.
La inspiración para crear y escribir es libertad en estado puro, no tiene límites, trasciende, no se puede ejercitar. Y si no se puede practicar, ¿para qué estamos haciendo todo esto durante 15 días? Porque se puede nutrir, como el alma. Siempre volvemos al lama, al juego, a la profundidad del ser, constantes a lo largo de estos días. Cada una de las puestas en práctica de lo que has leído en cada boletín están diseñadas en esa dirección. Y si con ellas has descubierto algo nuevo de ti, es que vamos bien, ¡muy bien!
Así que nutre tu inspiración para crear todo lo que puedas, antes o después alcanzarás un estado poético que te permitirá narrar historias tocadas por una magia especial. ¿Cómo hacerlo? Pues ya tienes 15 maneras. ¡Para escribir más, para multiplicarte creando!
La inspiración ilumina el hecho poético que desafía las leyes del orden racional y, por lo tanto, de la imaginación. La inspiración nos conduce a trascender la realidad por un camino que nos permite alcanzar un hecho insólito. Crea, escribe.
¿Cómo podemos diferenciar la imaginación y la inspiración? La respuesta nos la regala una vez más García Lorca:
“La imaginación es inteligente, ordenada, llena de equilibrio. La inspiración es incongruente en ocasiones, no conoce al hombre y pone muchas veces un gusano lívido en los ojos claros de nuestra musa. Porque quiere. Sin que lo podamos comprender. La imaginación lleva y da un ambiente poético y la inspiración inventa el hecho poético. Y el hecho poético no se puede controlar con nada. Hay que aceptarlo como se acepta la lluvia de estrellas.”
Estamos en el mes de la lluvia de estrellas. Vamos a dedicarnos a ellas en la práctica de hoy, clica aquí para acceder al día 15.
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