Talento para escribir, ¡qué tema tan complejo cuántos mitos genera! ¿Qué es? ¿Cómo opera? ¿Se aprende a escribir o todo depende del talento? Un test y vamos a tratar sobre el talento para la escritura y cómo potenciarlo con ejemplos prácticos. Porque se habla mucho del talento para escribir, pero sin tratarlo verdaderamente a fondo.
Desgranemos el talento para escribir a continuación paso a paso:
¿Tengo talento para escribir?
Es la pregunta que abre la puerta de un abismo o de una certeza que aún no has podido ver. O de lo contrario no estarías leyendo esto, ¿verdad? Hay gente que defiende que se nace con un talento determinado. Naces con el sello del talento para escribir o no naces. Hay gente que afirma rotundamente que solo se aprende. No naces con talento de escritor, lo aprendes. Respira hondo. Vamos a observar en qué momento estás ahora mismo que es lo que nos importa de verdad.
A veces escribir es una necesidad. La sed y el hambre de escribir son aspectos que conoces bien, ya te ha quedado bastante claro. Tu sed y tu hambre de escritura son una de las tantas formas en que tu talento se manifiesta.
El talento no es más ni menos que una aptitud para hacer algo. Está directamente relacionado con el ingenio, la lucidez y la perspicacia, sobre todo con la inteligencia, que es precisamente la capacidad de entender. Precisamente, narrar es un ejercicio de entender el universo. La inteligencia es intelecto, comprensión, discernimiento, conciencia, reflexión, visión. Y lo más determinante para un escritor es su voz narradora, su visión, y luego, su dominio de la técnica narrativa. Hay talento y hay método. ¿Tienes talento para escribir? Si estás aquí leyendo estas líneas, es más que probable que así sea. Sientes la necesidad de escribir, es algo físico.
Test para saber si tienes talento para escribir
Pero si no me crees, hagamos un test para descubrir si tienes talento para escribir. Contesta las siguiente preguntas con sí o no. En caso de duda, la respuesta es no.
escribo desde pequeño/joven
le doy vueltas a todo
veo historias por todas (o muchas) partes
es como si las historias vinieran a mí
mi droga es leer
mi droga superior es escribir
a veces me quedo en otros mundos imaginando cosas
necesito entender el mundo
me interesan tantas cosas que no tengo ni tiempo de aburrirme
a veces creo que no soy escritor
me cuesta más decir lo que pienso que escribir lo que pienso
a veces me parece que estoy un poco loco
me gusta ayudar a la gente para que crean que la vida tiene algún sentido
cuando escribo pierdo la noción del tiempo
Obviamente, cuantos más síes tengas, más escritor eres. Sin embargo, el talento no cambia, está a menos que contestes a todo que no en uno de esos ataques de escritor furioso, algo no tan extraño cuando se te despierta tu Hulk interior. Deja pasar un tiempo, vuelve a hacer el test otro día. No el mismo día y ni en un par de horas, hazme caso por favor.
¿Qué es tener talento para escribir?
No se trata solamente de que te guste escribir o de que tienes imaginación, que te inventas historias para todo o que te expresas mejor por escrito. Sueñas con ser escritor o con ser uno en concreto. O haces todo lo opuesto diciéndote que no eres escritor y nunca lo serás. Son las dos caras de la misma moneda. Si no te preocupara, no sería algo a tener en cuenta. En realidad, todas estas maneras son los reflejos de algo más profundo, de tu manera de observar la realidad y de darle sentido a las cosas. Tú te explicas con las palabras y el tiempo. Quieres regalar sentido y quieres transformar la vida de otras personas. Tú te cuentas la realidad porque no te basta por sí misma. Y hay más, quieres que la realidad tenga sentido para otras personas, que crean en la magia de los acontecimientos que relatas para que vean más brillo en las estrellas y más sentido en el caos. Te has pasado años explicando la vida, le das vueltas a todo y ves lo que otros no alcanzan a contemplar. Luego, escribes. Y lo haces con la mayor naturalidad. ¿Y con eso basta? No. Ya tienes tu visión, una pieza fundamental de la escritura, ahora necesitas saber cómo comunicar por escrito sin aburrir.
¿Cómo se manifiesta el talento para escribir?
El talento para escribir es una bestia hermosamente salvaje y compleja. Necesita mantenerse salvaje y a la par necesita no saltar por barrancos y despeñarse. La creatividad no soporta ser domesticada mientras necesita saber cuándo cantar o gritar o simplemente hablar o susurrar. Hay un aspecto inconsciente en la escritura vinculado al talento, a las ideas y la novela que te buscan. Y hay un lado consciente unido a al método. La conciencia se cansa, cambia, necesita de la inconsciencia para fabricar historias que toquen los corazones de personas más diferentes a ti. Cuantas más, mejor. El talento para escribir depende del ser, de todo lo que cada uno lleva dentro de sí. Si lo suprimimos o lo avasallamos, se rebela con el poder de la eternidad. Salvaje. Te ayudará de una manera muy concreta, con su alegría, que es lo que le permite correr libre. Encontrará su alegría al jugar al gran juego de contar historias cuando tiene el medio adecuado para dar con caminos que llegan al corazón, las entrañas y el alma de sus lectores. Si te diviertes escribiendo, estás manteniendo la llama de tu talento.
¿Tener talento para escribir o aprender a escribir?
Las dos cosas. Esa es la única respuesta válida. ¿Te imaginas a alguien que canta y que para ser cantante no estudie nada, ni música ni canto? ¿Y un chef? Lo mismo sucede con la escritura, que no es solo ponerse a llenar páginas.
Para lograr escribir historias hay normas muy establecidas. Nunca ha llegado alguien a imponer una leyes que se le ocurrieron de pronto. Narrar es una forma de comunicación muy especial. Sus normas nacen de la experiencia de cientos de escritores y de costumbres de escritura que han dado buenos resultados a lo largo de las generaciones. Cuando te pones a escribir una novela eres un eslabón más entre generaciones de escritores, no estás solo y serás un eslabón para los escritores del futuro.
Permíteme presentarte algo muy importante para mí: mi curso de novela
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¿Es una cuestión de talento o aprendizaje?
Hay muchas visiones al respecto y varía de cultura a cultura. En Asia, un continente que conozco bastante y especialmente en Japón, se cree más en el aprendizaje. Y por estos pagos, creemos más en las hadas madrinas. El talento no es lo único. Y además, el talento se cultiva, se nutre. Si quieres cocinar, por mejor que se te dé combinar sabores o hacer tortillas de patata o tacos, vas a necesitar aprender unas bases de cocina fundamentales para hacerlo bien. Lo mismo sucede con cualquier especialidad. Puede tratarse de pintar, cantar, bailar, música, matemáticas o ingeniería. No es diferente para la escritura. Pero corre esa idea de que escribir es ponerse a llenar páginas con las voces de tu alma. Eso es una parte, solo una fracción. Luego necesitas comunicar todo eso de manera clara, precisa y entretenida a tus lectores. Y es aquí donde se aprende el talento para escribir. Sí, tal cual te lo estoy escribiendo aquí mismo. Para lograrlo necesitas una guía. Un método. Cuanto más abierto sea ese método de escritura, mejor, porque debe adaptarse a tus necesidades.
Aprender a escribir de manera natural para potenciar tu talento
Antes de dedicarme a la edición, estuve muchos años en formación y manejando conceptos como el aprendizaje cooperativo, por tareas o por estrategias tanto presencial como en línea. Se aprende mejor haciendo. Así es como crecemos, por ejemplo cuando probamos a caminar, nos caemos, nos levantamos y caminamos hasta correr. O cuando balbuceamos, hablamos con poco sentido y llegamos a hablar y comunicarnos. El proceso orgánico es la forma más natural de aprender. Y quiero que sepas que es perfectamente posible. Hay muchos mitos alrededor de este tema y con todo lo relacionado con el talento para escribir. La única manera que tengo para ejemplificarlo es conmigo y con mi curso. No hablo desde la teoría y quienes me siguen en Twitter lo saben bien. necesito contártelo desde mi experiencia y no con teorías. Todo esto es lo que hago en mi curso de novela. Aprendemos desde la práctica aplicando unos determinados criterios y no solo eso, lo hacemos con tu novela. Te lo cuento al detalle para explicarme mejor y desde mi práctica, no hay otra forma, creo yo.
Un ejemplo muy práctico de aprender a escribir
¿Cómo es una clase en mi curso de novela? Bueno, se fundamenta en técnicas narrativas y en desarrollar el talento para escribir. Son dos ejes fundamentales. El problema aparece cuando crees que no tienes talento para escribir y para eso también tengo prácticas y ejercicios. Es decir: tendrás una serie de instrumentos para cada una de las situaciones en las que puedas encontrarte sea de técnica de escritura o se origine dentro de ti. No deja de sorprenderme cuánto está ligado el talento para escribir con tu permiso interno para desarrollarlo.
En una típica sesión del curso, antes has recibido una cuadernillo con la teoría, el audio con esa misma teoría, por si te resulta más cómodo escuchar, y un cuaderno de ejercicios que trabajaremos. Ya cuando estamos todos en línea, empezamos por los conceptos que toque esa semana. Los contenidos son amplios a lo largo del curso, desde la visión global de tu novela para que no te pierdas mientras la escribes, hasta la estructura, los personajes, la escena, etc. Y con eso empezamos a trabajar. Vemos cómo funcionan, por ejemplo, diferentes técnicas para construir un personaje. Las probamos. A partir de este trabajo entre todos y conmigo, van surgiendo dudas y conclusiones. Practicamos y practicamos y practicamos. Y para la siguiente sesión aplicas lo aprendido a tu novela. Me mandas la tarea y la analizo para ti, revisas, le das otra vuelta y me lo envías de nuevo. Mientras, voy tomando notas de las dificultades comunes y de las que me llaman la atención. En la siguiente clase, trabajaremos precisamente con eso. Yo habré preparado ejercicios a medida del grupo. Y al acabar, tendrás una tarea de refuerzo, que también analizaré contigo. Cada tema son dos sesiones, por regla general. Pero si hace falta tomarse más tiempo con algo que cuesta, lo hacemos con más refuerzo aplicando tu novela.
Al final habrás aprendido una serie de técnicas fundamentales para la narrativa, escribas en el género que escribas. “Las piezas encajan” y “Todo toma sentido” es lo que suelen decirme las personas que participan en el curso. Y creo que esta apreciación se debe a que en el curso de novela unimos los práctico con el sentido de cada técnica y las trabajamos hasta que se manejan. Hay algo más que no pertenece estrictamente a la narrativa y que practicamos a fondo: el permitirte riesgos para probar diferentes caminos narrativos sin perderte y elegir el que le va mejor a tu historia.
¿Cómo aprendes a escribir conmigo?
Yo entiendo que se aprende haciendo y por eso todo se centra en la práctica de las herramientas y técnicas que aprendes. Cada participante me envía sus ejercicios y yo los analizo individualmente. Nada de que alguien lea y todo el mundo critica, no, no. Mi dedicación a cada participantes permite un nivel de personalización que creo que es fundamental. A partir de las dudas, errores y problemas, nos zambullimos en más práctica, repasamos y profundizamos. Hacemos puestas en común de los aspectos de cada tema, pero participa quien quiere. No se trata de que cada uno comparta su trabajo y todos opinen, para nada, insisto. No creo en ese sistema que puede hacer que más de una persona se sienta incómoda.
Yo analizo tus tareas con anotaciones para desarrollar el proceso de escritura que te pertenece solamente a ti. Luego comentamos hallazgos y retos entre todos y analizo ejemplos con muchas preguntas y comentarios. Como puedes ir comprobando a lo largo de estas líneas, nos ocupamos de tu talento para escribir con el objetivo de hacerlo florecer más.
Potenciar tu talento para escribir
Además de aprender a construir una novela, me interesa y trabajo por que cada uno sea más independiente y sobre todo, que cada uno descubra el mensaje de sus errores para abrirse puertas, porque eso es parte de la escritura, una parte que no se debe disociar porque aporta toneladas de descubrimientos. Pero el sistema educativo enseña todo lo contrario y luego la gente se siente mal si comete algún error por pequeño que sea. Desprogramamos eso. El objetivo es que cada escritor tenga una serie de herramientas que le ayuden a construir su novela y que sabe cómo, cuándo, dónde, porqué y para qué utilizar ya sin perderse y dejando el espacio natural para las dudas constructivas que ayudan a escribir mejor y a que tu talento brille con más fuerza.